Negociamos con el volcán Etna...

El monte Etna en Sicilia es considerado el volcán más activo y emblemático del mundo y está protegido por la UNESCO. Su historia se extiende por medio millón de años y su actividad durante los últimos 2.700 años está confirmada por numerosas fuentes documentales. Y hasta el día de hoy sigue siendo el objeto de estudio más atractivo no sólo para vulcanólogos, geofísicos y geólogos, sino también para la gente común que intenta comprender algo desconocido, asociado a muchas maravillas...

Corrientes de amor y odio aún rondan alrededor de este majestuoso volcán, que constantemente se ha visto rodeado de numerosos mitos y leyendas. Una de ellas está relacionada con la historia de los amantes Acida (Achi) y Galatea, pero para su desgracia, el cíclope Poitem se enamoró de Galatea, y para tomar posesión de ella, arrojó un bloque de lava del Monte Etna y mató al joven. Y para consolar a Galatea, los dioses convirtieron la sangre de su amante en un río. Y ella, habiéndose convertido en espuma de mar, pudo reunirse con él para siempre, y este amor fue cantado por Ovidio y Virgilio... La leyenda más famosa está asociada con el nombre del gigante Encélado, que quiso ocupar el lugar de Zeus y construyó una escalera al cielo. Pero Zeus le lanzó un rayo y el gigante acabó sepultado bajo un volcán, de donde, dominado por la rabia, empezó a escupir fuego y llamas, que continúan hasta nuestros días... Y así el moribundo rey Arturo, herido por su hijo, fue llevado por el arcángel Miguel al Etna, donde la espada rota en un duelo le fue milagrosamente restaurada. Y el rey, después de despertar en una cueva del monte Etna, quedó encantado por la belleza que lo rodeaba y comenzó a rezar para que el volcán no destruyera estas tierras celestiales...

¡Sin embargo, el volcán no conoció la paz durante miles de años y actuó sin descanso! El Etna continúa dividido en dos partes por una grieta de 26 kilómetros de largo formada durante la gran erupción. Este parque sólo se puede visitar con un guía certificado, ya que aquí hay 45 volcanes y constantemente se forman nuevos... Así, en nuestro tiempo, el cráter, que ha estado activo desde el 8 de febrero, continuó erupcionando lava. Y un video tomado desde un dron en uno de los laboratorios científicos el 24 de febrero capturó un campo de lava formándose a una altitud de 3,05 km. Y a diferencia de la vertiente suroeste, el 22 de abril el Etna comenzó a entrar en erupción activamente desde la vertiente sureste. Así, en las primeras horas del 30 de abril, una erupción estromboliana provocó que el código de color de la aviación pasara a rojo debido a las fuertes emisiones de ceniza. Pero el aeropuerto de Catania seguía funcionando, por lo que el 4 de mayo, tras aterrizar allí sano y salvo, partí inmediatamente en coche hacia el alojamiento que había alquilado en las proximidades del volcán.

Terminada la primera etapa de los trabajos previstos en los dos primeros días, el 6 de mayo partí en un jeep hacia el Etna. La ruta era sinuosa, el tiempo prometía ser soleado y, sin embargo, debido al mayor riesgo de erupción, algunas carreteras estaban cerradas. El coche era conducido por una mujer siciliana que avanzaba valientemente no sólo por una buena carretera, sino también entre árboles centenarios, por dondequiera que fuera posible colarse... En algunos lugares la buena carretera estaba bloqueada por un flujo de lava.

Después de dejar el jeep a un lado de la carretera, se hizo necesario moverse a pie, subiendo hasta cierta altura, y cuanto más alto, más difícil era respirar.

Y de repente empezó un diluvio, pero afortunadamente nos pilló prácticamente al lado de la cueva, que en su día se formó a raíz de una erupción de lava, cuyo calor era de mil grados. Allí tuvimos que esperar a que pasaran las ráfagas de viento helado, así como los truenos y relámpagos. En cuanto todo esto se calmó, se continuó el camino que conduce a una de las calderas... Pero el aguacero decidió no detenerse ahí, y si abajo hacía 28 grados y sol, arriba ya hacía 8 grados y se hacía sentir un viento helado y penetrante, ya que partí con cuidado...  

Al llegar a cierta altura, decidí retirarme, desviándome del camino para decidir mi futuro plan de acción, pero entonces escuché un grito agudo. Al darme la vuelta, vi a una mujer que se había caído y que estaba intentando arrastrarse desde el final del camino. Corrí inmediatamente en su ayuda y extendí mecánicamente mi mano derecha, que previamente había apretado contra mi pecho, ya que, debido a los ligamentos torcidos y la inflamación de la articulación del codo, sentía un dolor agudo y punzante que atravesaba todo mi brazo. De todos modos, la ayudé a levantarse, pero no podía poner el pie porque se había torcido el tobillo. No había nadie cerca, así que tuve que cargarla en mi espalda hasta cierto punto.

Luego pidió parar para poder sentarse y recuperar el aliento. El camino estaba muy resbaladizo por el aguacero, de hecho, ya estábamos mojados... La mujer resultó ser de Australia, pero yo dije que era de Rusia, de Moscú. Ella estaba muy agradecida por la ayuda, aunque gemía incesantemente de dolor. Y, sin embargo, mirando los abedules que crecían más abajo, mencionó con una sonrisa que son un símbolo de Rusia... ¡en el Etna!..

Después de un tiempo, se acercaron unos hombres y, al enterarse de lo sucedido, uno de ellos, el más joven, levantó sobre sí a esta mujer bastante “pesada” y la cargó como si fuera una niña pequeña, aunque ya era bastante mayor… Por supuesto, como siempre, durante mis viajes, que implican Trabajo Espacial, ocurren algunos fenómenos tanto en el plano invisible como en el visible, que no son accidentales. Lamentablemente no todo se puede dejar en papel, pero se puede encontrar información más detallada en mi futuro libro titulado “Cooperación Espacial”. Mientras tanto, podéis ver las fotografías y los vídeos cortos que he conseguido tomar, y enviar amables formas de pensamiento en apoyo de los volcanes que están haciendo su propio Camino Evolutivo, siendo soldados entre sí por arterias ardientes únicas, tanto en el plano de la superficie como en el subterráneo...

Y siempre debemos recordar que el arsenal de las Fuerzas Espaciales contiene el arma más poderosa: ¡los Elementos! No despertéis el problema mientras está tranquilo, sabiendo que la Jerarquía de la Luz está dotada del Derecho de Arriba para Proporcionar Ayuda sólo en un cincuenta por ciento, y el resto es obra de toda la Raza Humana, dotada de libre albedrío para hacer el Bien. Y nosotros, los pueblos, siempre podemos concluir un “pacto de no agresión” con los volcanes si los tratamos como poderosos conglomerados poseedores de un cierto grado de inteligencia, y dirigimos nuestros esfuerzos no a guerras fratricidas, sino a pacificar a las Fuerzas Elementales.

Con Amor,

Zinovya Dushkova.

PD En el monumento de abajo hay una cita: “La paz no es lo que deseas, es lo que creas, lo que eres, lo que haces y lo que das al mundo”. (Madre Teresa)

A continuación se muestran algunos vídeos:

Vea el resto de los vídeos y la galería de fotos completa sobre el viaje de Zinovya Vasilievna Dushkova al Monte Etna aquí...